Y seguimos con mas cosas como estas.
Lean esto por favor.
La Oficina Federal de Investigaciones (FBI, por su sigla en inglés) ha divulgado grabaciones en vídeo, sin sonido, que muestran el caos y el pánico en Oklahoma City inmediatamente después del ataque terrorista en 1995, informó ayer el diario The Oklahoman.
Ninguna de las escenas, mantenidas hasta ahora en secreto, muestra la explosión misma frente al Edificio Federal Alfred P. Murrah, que mató a 168 personas y dejó heridas a más de 600.
En algunas de las escenas, tomadas por cámaras de vigilancia en el área, se ve gente que sale corriendo de los edificios cercanos, y en otras aparecen personas que huyen por corredores entre escombros.
Según el diario, el FBI divulgó este verano (hemisferio norte) más de 20 grabaciones de vídeo tomadas por las cámaras instaladas en el centro de Oklahoma City.
“Un abogado de Utah, Jesse Trentadue, obtuvo las grabaciones mediante la Ley de Libertad de Información y lleva a cabo su propia investigación”, añadió el diario.
El ataque lo llevó a cabo un simpatizante de las milicias antigubernamentales, Timothy McVeigh, con la ayuda de Terry Nichols, y fue el acto terrorista más mortífero en territorio de Estados Unidos hasta los ataques del 11 de septiembre de 2001.
McVeigh fue ejecutado en 2001 y Nichols cumple una sentencia de prisión de por vida.
La explosión de un camión alquilado destruyó o dañó 324 edificios en un radio de 16 manzanas, destruyó 86 automóviles y destrozó los vidrios en 258 edificios cercanos. Se calcula que la explosión causó daños por unos 652 millones de dólares.
El diario indicó que el abogado Trentadue le entregó los vídeos “por su valor histórico” y The Oklahoman resolvió dar copias al Museo Nacional Oklahoma City.
Muchas de las grabaciones visuales provienen de la compañía telefónica Southwestern Bell, que tenía cámaras de seguridad en edificios tanto al norte como al sur del Edificio Murrah.
Otras son de Regency Tower, un edificio de apartamentos al oeste del edificio Murrah.
En el pasado el FBI se había negado a divulgar las grabaciones de vídeo, lo que llevó a algunos grupos y particulares, incluido un miembro del Congreso de EE.UU., a alegar que el Gobierno ocultaba pruebas de que hubo otras personas involucradas en el ataque.
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